“Con estos precios no hay quien haga medicamentos. Entre esta subida y todos los colorines que tenemos que meterle a las bolicas, estamos al borde de la quiebra”
Comentaba esta mañana el presidente mientras se ponía una pegatina en la oreja para, según dice, el dolor de tobillo y dejar de fumar.
Nos dicen que precisamente este año, pensaban mejorar sus productos añadiendo más azúcar al azúcar y doble de agua, pero que ahora resulta inviable.
Además, nos recuerdan que estos tratamientos deben venir de un profesional serio, que tenga al menos un despacho bonico, con muchos libros gordos y al menos dos diplomas enmarcados en dorado.