Una vecina de Molina, consiguió ayer captar con su móvil, el momento justo en el que el joven accedía al edificio.
“No lo podía creer, era la primera vez que veía algo así. Vivo en frente y nunca he visto entrar a jóvenes, menos un día que daban chocolate con churros”.
Más tarde, se confirmó que al parecer, este chico había confundido la biblioteca con el INEM que está detrás.
“El chico entró y nos preguntó si había que sacar número. Por supuesto le dijimos que no, que podía coger el libro que quisiese y sentarse donde más le gustara. A la media hora más o menos, se acercó confundido y nos preguntó si esto era el paro”
“Antes de marcharse, nos dijo que era una tienda muy chula”.