Sucedió en Nochevieja en un bar de copas.
La policía se disponía a hacer un registro
con su mejor perro llamado Coqui. El pobre animal se disponía a entrar y realizar su
trabajo pero cayó fulminado nada más abrirse la puerta.
Inmediatamente se anuló la redada con el fin de trasladar al animal a urgencias, pero desgraciadamente llegó muerto, con el hocico echando humo y sorprendentemente con los ojos aún dando vueltas en espiral.
La última vez que un perro consiguió entrar a una
redada acabó en el baño con dos colegas.
En fin.. cosas de Molina